La chapuza, la descomunal metedura del pata, le está generando al Gobierno y a su rimbombante ley -en la que Zapatero y sus ministros habían depositado todas sus esperanzas de recuperar la gestión de la crisis económica, el debate político y las esperanzas electorales- la animadversión de la Red, de cientos de miles, de millones de internautas que se consideran, con razón, agredidos.
Presidente, vicepresidenta, ministra: no es la música la que se muere por las descargas. Es la obsoleta industria de los discos y los cd, como se han muerto muchas otras industrias con los cambios tecnológicos a lo largo de la historia. La Ley de Economía Sostenible, que ha de tener una visión de futuro, de innovación, de mirar hacia dónde vamos, no puede convertirse en la ley de defensa del pasado, de lo viejo, de lo que no ha sabido adaptarse a los cambios. La Ley de Economía Sostenible no puede convertirse en la Ley de Defensa de la Industria Musical Insostenible.